La presencia española en el ámbito internacional ha cambiado significativamente en los últimos años. España es el país que más rápido ha crecido, su posición como 8ª potencia económica mundial , su entrada en el Euro y su presencia en las cumbres internacionales era incontestable y, el que más rápido se ha dejado caer…
Más allá de la crisis financiera internacional, que golpea duramente a la Unión Europea y a EEUU, el cambio de táctica de España frente a sus aliados ha mermado la credibilidad del país y por consiguiente su liderazgo.
El gobierno desperdició la oportunidad de mostrar su madera de líder frente al resto de potencias europeas y la línea de su política internacional durante La Presidencia española de la Unión Europea en el primer semestre del 2010.
La prensa internacional calificó la presidencia Española como intrascendente e irrelevante, siendo remarcable la anulación por parte de Obama de la cumbre UE-EEUU y la cancelación de la cumbre de Unión por el Mediterráneo, de la cual Zapatero es uno de sus impulsores.
Las prioridades que había marcado la Presidencia al inicio de la misma, como la iniciativa ciudadana, el servicio de acción exterior, el euroorden contra el maltrato o la Estrategia Europa 2020 pasaron totalmente desapercibidas durante el semestre remarcando la invisibilidad de España y la falta de liderazgo y de presencia en las grandes decisiones
La política exterior de un país debe poder acordar los intereses nacionales a las relaciones en el ámbito internacional. Un cambio de la política exterior en cada cambio de Gobierno, resta credibilidad al país y por consiguiente genera recelo en el resto de países. El giro radical del gobierno de Zapatero en materia de asuntos exteriores ha provocado no pocas animadversiones en diversos países, dejando a España al margen de las estrategias internacionales y con una nula presencia en el ámbito exterior.
Más allá de la crisis financiera internacional, que golpea duramente a la Unión Europea y a EEUU, el cambio de táctica de España frente a sus aliados ha mermado la credibilidad del país y por consiguiente su liderazgo.
El gobierno desperdició la oportunidad de mostrar su madera de líder frente al resto de potencias europeas y la línea de su política internacional durante La Presidencia española de la Unión Europea en el primer semestre del 2010.
La prensa internacional calificó la presidencia Española como intrascendente e irrelevante, siendo remarcable la anulación por parte de Obama de la cumbre UE-EEUU y la cancelación de la cumbre de Unión por el Mediterráneo, de la cual Zapatero es uno de sus impulsores.
Las prioridades que había marcado la Presidencia al inicio de la misma, como la iniciativa ciudadana, el servicio de acción exterior, el euroorden contra el maltrato o la Estrategia Europa 2020 pasaron totalmente desapercibidas durante el semestre remarcando la invisibilidad de España y la falta de liderazgo y de presencia en las grandes decisiones
La política exterior de un país debe poder acordar los intereses nacionales a las relaciones en el ámbito internacional. Un cambio de la política exterior en cada cambio de Gobierno, resta credibilidad al país y por consiguiente genera recelo en el resto de países. El giro radical del gobierno de Zapatero en materia de asuntos exteriores ha provocado no pocas animadversiones en diversos países, dejando a España al margen de las estrategias internacionales y con una nula presencia en el ámbito exterior.
Elena F. Cabrera
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